Mover los músculos de nuestra cara para esbozar una sonrisa, en muchas ocasiones, es una de las sensaciones más gratificantes que podemos sentir. Está comprobado que las personas sonreímos incluso antes de nacer, en el vientre de nuestra madre. La sonrisa es un mecanismo innato que vamos perdiendo poco a poco, siendo los niños los que más sonríen, hasta unas 400 veces al día.
Está claro que hay varios tipos de sonrisas, y no todas son iguales. Los estudios dicen que incluso una sonrisa falsa nos ayuda, pero la sonrisa Duchenne, que es como denominamos a la sonrisa más sincera, es la que más beneficios nos aporta.
Estos son sus beneficios más destacados:
Ayuda a eliminar el estrés. Al sonreír, nuestro cuerpo libera endorfinas. Estas son unas hormonas que actúan como analgésicos del cuerpo y que además reducen el cortisol, la hormona que produce el estrés.
Un experimento publicado por la revista ‘Psychological Science’, comprobó que un grupo de personas, que estaban ‘obligadas a sonreír utilizando palillos chinos, sometidas a actividades de estrés tenían el ritmo cardíaco más bajo que quienes no estaban sonriendo.
Ejercita el cuerpo. Sonreír y reír estira y relaja los músculos de nuestro cuerpo y repone las células de oxígeno. Además, pone en movimiento muchos músculos del cuerpo que ayuda a ejercitarlo.
Genera emociones positivas. Sonreír ayuda a liberar emociones. Cuando nos encontramos en un entorno social y sonreímos a las personas, por el efecto espejo nos devuelven la sonrisa, y esto genera un intercambio positivo de emociones positivas.
Nos hace más atractivos. La sonrisa hace que parezcamos más accesibles, y nos es más fácil interactuar con las personas.
Para resumir, las personas que sonríen continuamente van a ser más felices e incluso van a vivir más tiempo, según un estudio de la revista ‘Psychological Science’. Y por supuesto, una sonrisa saludable y atractiva mejora nuestra autoestima y nos hace aumentar nuestra confianza.